
Los personajes de este relato pertenecen a una época, a un contexto histórico, a una generación, pero son imaginarios y sus historias ficticias. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia
MAMI
TODA UNA VIDA HUYENDO DE BERISSO
Esta historia aborda un recorte del árbol genealógico de una prófuga social, familiar, popular, de las carencias y de la ignorancia: de BERISSO, cuyos valores y forma de vida nunca compartió.- ¿Qué tengo yo que ver con Perón y con la gente pobre que lo sigue? Por lo que le han contado sobre el Holocausto y los pogromos no quiere saber nada con la política. De ese mundo decidió escapar en medio de una noche de verano con sólo una valijita, un amor y muchos sueños. ¿Es posible dejar atrás su propio pasado? ¿Es posible no ser prisionera de su propia historia? ¿Cómo enfrentar los fantasmas de un pasado doloroso que no termina de pasar y que nunca deja de volver, puesto que se encuentra inscripto en lo más íntimo de nuestro cuerpo, de nuestra sensibilidad, de nuestra identidad social e individual? Con ese mundo se reencontrará, en los últimos años de su vida, en forma de ensueños, de llamadas, de cartas que envía sin recibir respuesta, expresando que quiere hablar con su madre, su padre y su hermano (todos muertos ya) “porque han quedado asuntos pendientes”
Explorando las contradicciones y la ansiedad, la inquietud de quién huye de su pasado, es éste un ensayo crudo pero también alentador sobre los modos de vencer la condena social.
Explorando las contradicciones y la ansiedad, la inquietud de quién huye de su pasado, es éste un ensayo crudo pero también alentador sobre los modos de vencer la condena social.
Rut Sheinker nació en Berisso en mayo de 1927. Les contaba a sus hijas que sus padres y su pequeño hermano Manuel eran oriundos de un pueblito cuyo nombre no recordaba, o elegía no recordar y que a veces formaba parte del territorio de Polonia y otras, de Rusia.
Los pogromos (1) habían comenzado y su madre Leah y su padre Jacob…querían huir a la Argentina con su pequeño hijo …. El dinero para pagar los pasajes no alcanzaba y su padre se fue solo, pensando en conseguir un trabajo y poder traer al resto de la familia.
Su madre quedó atravesada por un miedo infinito cuidando a su pequeño hijo. No sabemos con certeza de qué se alimentaban. Suponemos que algunos familiares y amigxs les daban comida.
El terror a la violencia, a las violaciones, a que lastimaran o mataran a ella y a su pequeño hijo la obsesionaban.
Prácticamente no dormía por las noches, abrazada a su niño, atenta a cualquier ruido que presagiara una masacre. Sentía que Jacob había encontrado la manera de huir del horror y que de alguna forma había sido traicionada.
Sus primos, que tenían dos niños, vivían en una aldea muy cercana y cada tanto la visitaban, veían el terror en su rostro. Le propusieron llevarse a Manuel unos días para que juegue con sus primos esperando que Leah pueda tranquilizarse. Mucho más que eso, y compartir con ella la poca comida que tenían además de darle ropa que sus hijos ya no usaban, no podían hacer.
Pocos días después, a la mañana temprano, Leah, que prácticamente no dormía, abrazada a una mantita de Manuel, comienza a escuchar ruidos que se van intensificando, gritos, pedidos de auxilio, destrozos, insultos, ruegos: la temida violencia se estaba desplegando.
Querría esconderse, pero ha quedado paralizada en la cama. No sabe cuánto tiempo ha transcurrido. Piensa que tal vez la violencia podría cesar, pero escucha gritos y pasos que se acercan, patean su puerta tan frágil…ya están adentro. Destrozan lo poco que encuentran- judía, judía-. Dos hombres se tiran encima, le arrancan la ropa y la violan. Está tan aterrada que no sabe si está ocurriendo o si es su imaginación.
Por sus piernas corre sangre. Alguien se asoma a la puerta llamando a los hombres que parten.
-Ya pasó. Pero no, no pasó para nada. El horror la marcó profundamente y lo llevará adherido a su cuerpo para toda la vida.
Su prima se enteró de lo que había sucedido, dejó a Manuel con sus tíos y primos, y se trasladó a lo que quedaba de la casa de Leah. Con un trapo mojado limpió a su prima que no hablaba ni se movía, cambió las sábanas y se deshizo de todo lo que habían destrozado.
Unos meses después, Jacob envía los pasajes y Leah parte con Manuel a la Argentina.
No se despidió de ningún vecinx, ya que casi no hablaba y desconfiaba de todxs después de haber padecido el pogromo.
Sus primxs fueron al puerto a despedir a Leah y a Manuel.
Lxs pasajeros viajaban amontonados. Por momentos a Leah le faltaba el aire.
El viaje duró alrededor de veinte días. Manuel intentaba jugar con otros niñxs pero Leah prácticamente no se separaba de él: tenía miedo de que se lo robaran, de que alguien pudiera lastimarlo.
Por fin llegan al puerto de Buenos Aires. Jacob la está esperando junto con sus primos Noemí y Yael.
Irán a Berisso a la calle Nueva York donde Jacob ha logrado construir una vivienda precaria de chapa y una letrina.
BERISSO en los años 20.
Berisso es una localidad de la provincia de Buenos Aires.
La ciudad de Berisso nace como resultado de una localización industrial.
La primitiva población se nucleó en torno de los primeros establecimientos fabriles :el saladero "San Juan” mientras que al año siguiente se puso en marcha otro saladero, el "Tres de Febrero".
Entre los dos ocuparon 2.000 trabajadores de la carne, número que aumentó cuando Luis Berisso abrió el saladero "San Luis" en 1879.
La actividad portuaria creó un clima de progreso e interés por las tierras, las contiguas al saladero San Juan se subdividieron, en 1887, loteándose.
Con la instalación del primer frigorífico en 1911 denominado "La Plata Cold Storage", las tierras fueron ocupándose paulatinamente de trabajadores, en su mayoría inmigrantes, con sus familias reviviendo al poblado que ya comenzaba a llamarse Berisso.
La primera guerra mundial provocó una gran demanda de carnes, por lo que en 1915 se estableció otro frigorífico, el "Armour".
En 1922 se crea la Destilería YPF, importante fuente de trabajo que produce la diversificación de la actividad socioeconómica, que hasta ese momento se remitía a los frigoríficos. Las corrientes migratorias europeas, de principios de siglo y de posguerra, se asentaron en gran medida en Berisso.
La presencia de los frigoríficos, el puerto, la destilería fueron generando un polo de desarrollo, afianzándose con la instalación de los Astilleros Río Santiago, las industrias petroquímicas y la cercana Propulsora Siderúrgica.
En el año 1945 en la ciudad de Berisso, encabezados por Cipriano Reyes, comienzan a marchar los primeros manifestantes obreros (muchos trabajadores de los frigoríficos de Berisso, unidos a manifestantes de La Plata, Avellaneda, Lanús, Banfield, Quilmes, San Martín, llegando a la cifra cercana al millón de personas) en busca de la liberación de Perón. La marcha comienza el día 16 de octubre debido a la decisión del general Ávalos que pidió a Edelmiro J. Farrell (presidente hasta ese momento de la Nación Argentina) que destituyese a Perón, señalándolo como la eminencia gris del gobierno. Perón fue detenido y llevado a la Isla Martín García, y luego al Hospital Militar. La marcha continuó hasta llegar a Plaza de Mayo en la mañana del 17 de octubre, día que pasaría a la historia de la Nación Argentina como el Día de la Lealtad. Actualmente cada año se realiza un acto conmemorativo en la calle Nueva York de donde partieron, lo que se denomina el "Kilómetro 0 del Peronismo".
En 1927 nace Rut. El vínculo entre Leah y su hijita es difícil…En realidad Leah no quería tener más hijos. Es como si hubiera quedado vacía de amor. Amamantarla, cambiarle los pañales que ella misma confeccionaba con ropa vieja, con trapos, hacerla dormir, le resultaban tareas muy pesadas y la fastidiaban. Jacob no colaboraba porque entre todo lo que hacía para alimentar a la familia, no le quedaba tiempo más que para comer y dormir.
Al lado de la casa vivía una familia con tres niños. Tenían un mejor pasar. La madre, Judit, que notaba el estado anímico de Leah y sentía una gran pena, le ofrecía que dejara a Manuel y Rut en su casa por las tardes. Les preparaba cosas ricas para comer mientras los niños jugaban. Los niños Sheinker no tenían prácticamente juguetes, solamente una pelota de Manuel. Rut no tuvo una muñeca en toda su vida.
Leah casi no cocinaba. Todos los días papas y cada dos o tres días gallinas que criaba ella misma. También algunos huevos.
Según lo que Rut le cuenta a sus cuatro hijas, Jacob ha trabajado en el frigorífico y como cuentenik (2). Cuentenik sonaba mal. Un “pobre hombre” arrastrando una valija con ropa y otros enseres domésticos para vender en “cómodas cuotas”. Rut cuenta que él es Rabino pero que no quiere ejercer. La situación económica de la familia es de pobreza extrema.
Rut va sola a la escuela y cuando vuelve, su madre nunca está en casa. Siempre está en casa de alguna vecina.
Rut tiene una sola amiga: Malke. Va a su casa muy seguido porque allí sí hay una madre presente.
Solamente cursó la escuela primaria. No cuenta casi nada o nada. ¿Por qué su hermano fue a la escuela secundaria? ¿Porque era varón? ¿Por qué ella no insistió? Se inscribió en unos cursos de mecanografía y secretariado. Estaba llena de sueños pero hasta ahí se atrevía a soñar, ¿Ser una secretaria? Se avergüenza de su pasado y recién en el año 2004, cuando muere su esposo Gregorio que no quería que se hablara del pasado de pobreza de Rut ella comparte algunas de sus penas con sus hijas.
Cuando tenía solamente trece años su padre la lleva a trabajar al frigorífico. Manuel no está de acuerdo, no le parece un ambiente adecuado y la va a buscar y le prohíbe a su padre que vuelva a llevarla.
Rut fue creciendo y transformándose en una belleza. Ojos azules, cabello rubio, una silueta “despampanante”. Muchos jóvenes se le acercaban pero sus expectativas eran muy altas. Leah compartía esas expectativas.
Tenían una vecina modista. Rut necesitaba vestirse bien y su madre hace un intercambio de gallinas y huevos por vestidos.
Años más tarde cuando Rut ya es madre de cuatro hijas (a un tercer aborto ya no se animaba), les prohibirá que cuenten que nació en Berisso (se avergonzaba profundamente), debían decir que nació en La Plata. Todo este tema de las mentiras, la vergüenza y la imagen horrible que Rut trasmitía a sus hijas sobre Leah resultaba difícil de procesar para las niñas. Daniela, la hija mayor era la que más se cuestionaba la relación entre su madre y su abuela. Su abuela que vivía en Santos Lugares, se tomaba dos colectivos para visitar a sus nietas, mientras Rut que tenía un auto último modelo jamás la iba a buscar ni la llevaba de vuelta. ¿Y qué tanto tenía que hacer Rut? Comprarse ropa compulsivamente, tomar clases en el Club de Golf.
Cuando Daniela cumple cuatro años, fallece su abuelo. Es el primer recuerdo que ella registra. Muere de un edema pulmonar. Daniela recuerda a su madre tirada en la cama llorando y culpándose porque su padre no había tenido una buena atención médica. Daniela también llora desbordada por la culpa que comparte con su madre. Gregorio y Rut se van de viaje para olvidar el dolor de Rut. Para Gregorio, Rut debe estar siempre contenta.
Cuando vuelven, Rut se propone ampliar su círculo de amistades.
No alcanzaba con ser ricos y si ella no había podido estudiar lo compensaría teniendo amigos “importantes”. Cultos. Estos amigos a los que ella buscaba acercarse debían ser profesionales y sobre todo le fascinaba ser parte de grupos de psicoanalistas.
Cuando Daniela está en primer grado le cuenta que se hizo amiga de una compañerita, hija de un “famoso psicoanalista”; José Bleger. Inmediatamente Rut telefonea a la madre (también psicoanalista ella), y la invita a tomar el té. Ella le abrirá las puertas que le permitan entrar al lugar soñado. Fantasea con fiestas muy elegantes a las que cuando se concreten no permitirá participar a sus hijas. Las hace bañarse temprano y ponerse el camisón, para evitar que las niñas aparecieran. ¿Qué pasa? ¿Acaso ellas también son portadoras de la vergüenza que viene de sus abuelos y sobre todo de Berisso? ¿Alguna vez conoceré Berisso? se pregunta Daniela.
Daniela recuerda que jugaba con su abuela a que ella trabajaba de vendedora en negocios de distintos rubros y su abuela le compraba desde muebles, zapatos, joyas, etc. También jugaban al dominó y Leah le enseñó a sus nietas a andar en bicicleta.
Pero la tirantez era muy grande. Rut no dejaba de criticar a Leah. Que no se bañaba, que usaba ropa que no estaba limpia. Cuando la abuela se iba Rut rociaba la casa con desinfectante de ambientes.
Daniela y sus hermanas no sabían dónde vivía la bobe y tampoco les querían decir. Con el tiempo se fueron dando cuenta de que vivía en un conventillo en Santos Lugares. La bobe les decía que tenía manchas de humedad en las paredes de su cuarto (el baño era compartido) y les pedía láminas de revistas para taparlas.
¿Cuándo Rut conoció a Gregorio?
Gregorio, un joven empresario judío publica en el periódico una búsqueda de secretaria.
Rut se viste con su mejor ropa y se presenta para una entrevista.
Gregorio queda deslumbrado y le pregunta si puede comenzar a trabajar al día siguiente.
Así comienza una relación laboral que al poco tiempo se convierte en una relación amorosa.
Rut se siente la princesa que siempre quiso ser.
Gregorio le dice a Rut que solamente vaya a la empresa por las tardes: le pagará el doble del sueldo pactado.
Gregorio y Rut salen juntos de la empresa y él comienza a mostrarle un mundo desconocido para ella. Restaurantes, cines, teatros. La lleva al médico ya que ella no había ido jamás a uno. Le compra ropa.
La besa apasionadamente y le propone casamiento. Ella le responde y aunque se estaba enamorando de él, le aclara que llegará virgen al matrimonio. Él le pide fijar una fecha lo antes posible. Se casarán el próximo 18 de marzo.
Hasta ese momento Gregorio no ha conocido a Leah y Jacob. Rut se da cuenta de que los tiene que presentar a pesar de la vergüenza que siente de que él vea la casa en donde viven, sus ropas, el gallinero, la letrina… Siente temor de que él pudiera abandonarla.
Lo habla con sus padres a los que hasta este momento había mantenido fuera de la relación y de cualquier información sobre la misma. Rut maneja el dinero que gana trabajando en la empresa de Gregorio. Le pide a su madre que se compre ropa para la ocasión, lo mismo que a su padre. Piden prestado un mantel y vajilla a una vecina. Rut le pide a sus padres que no hablen de sus proyectos de casamiento con nadie.
Quiere casarse y perder todo contacto con Berisso. Dejar atrás el dolor y la vergüenza.
Por fin Gregorio visita la casa de los padres de su futura esposa. Para él también fue una sorpresa impactante, pero se propone que Rut deje atrás Berisso, sus primos, vecinos. Empezar de nuevo y tratar de olvidar.
Al día siguiente planifican una huida. El irá a buscarla con su coche a la medianoche y se escaparán, tratando de no dejar rastro alguno. Rut lleva una valijita pequeña. Tiene muy pocas cosas. Gregrio le dice- No te preocupes, te voy a comprar todo lo que necesites-. Pueden concretar su plan. Ambos se sienten libres.
Gran sorpresa a la mañana siguiente cuando Rut no aparece por ningún lado. Ni siquiera Leah y Jacob fueron informados. Ya les contarán el mismo día del casamiento. Jacob tiene que firmar el permiso para contraer matrimonio pues su hija es menor de edad.
Se casan por Civil. Aunque Leah y Jacob celebraban el Shabat y otras festividades judías, Gregorio cuya familia estaba totalmente alejada de la religión, no acepta estas costumbres y las asocia con la pobreza de la familia de Rut. Nunca se celebrará ninguna festividad en su casa. A Rut no le importa pero para Daniela es otro de los temas complicados con el que le resulta difícil lidiar. -¿Somos judíos? ¿Sí o no?.
Al casamiento solamente están invitados los padres de Rut y su hermano menor. Gregorio es huérfano de madre y su padre está muy enfermo. Concurren también los hermanos de Gregorio.
Aunque Rut le había dicho a Leah que no hablara sobre el casamiento con el resto de la familia, ella termina contándolo. La noticia profundiza aún más la distancia con la familia culminando con una ruptura total. Rut no quiere saber nada con gente pobre y supuestamente ignorante. Recién luego de más de 50 años, las primas de Rut que se habían ido a vivir a EEUU, habían estudiado medicina y eran dos profesionales renombradas, vienen a Buenos Aires y se encuentran.
Tanto Rut como sus primas se sorprenden al verse.
Antes del año nace Daniela. Para ese entonces ya tienen dos empleadas domésticas “con cama”. Son tucumanas. Rosa se ocupa del cuidado de las cuatro pequeñas que van naciendo una detrás de la otra: Daniela, Noemí. Susana, Edith.
Josefa se hace cargo de la cocina. Entre las dos comparten la limpieza de la casa.
Daniela siente un gran cariño por Rosa.
Rut no es muy cariñosa con sus hijas. Continuamente piensa qué deberían hacer ella y Gregorio para estar mejor ubicados socialmente. Tener amigos importantes.
Al hacerse amigos de José Bleger y de su esposa Lily, se van introduciendo en el mundo del psicoanálisis. No es que Gregorio y Rut entiendan sobre psicoanálisis pero Rut organiza reuniones muy sofisticadas, elogiadas por los que tienen acceso y envidiadas por los que no lo tienen, pero para Rut implican un gran estrés, tanto es así que en una ocasión sufre un desmayo.
Rut también contrata profesores renombrados y comparte las clases con un grupito selecto de amigas.
Paco Jamandreu le hace un vestido. Va a las mejores peluquerías.
Viaja por casi todo el mundo.
Está muy centrada en sí misma como para ocuparse de sus hijas. Para colmo habiendo luchado tanto para apartarse de Berisso, la miseria, la ignorancia, el peronismo, su hija mayor se pone a militar en política y hace pareja con un militante villero.
Berisso sigue ahí porque aunque se lo quiso arrancar lo sigue llevando adentro.
1.Pogromo es una palabra rusa que significa “causar estragos, destruir violentamente”. Históricamente, el término se refiere a los ataques violentos contra judíos perpetrados por poblaciones locales no judías en el imperio ruso
2. Es un castellanismo introducido del idish que se aplicaba a los “vendedores ambulantes a crédito”, una profesión casi extinguida que se basaba en la confianza pura entre el vendedor y el comprador.